Un Sol enorme, sereno y grave, pero no triste, preside la carta. Parece mirar con ternura paternal al pequeño que cabalga en el jardín de debajo, enviándole toda la energía vital que solo el Sol es capaz de transmitir.
En el jardín observamos un muro, que representa las limitaciones de la vida anterior del alma. Es grisáceo y monótono como la vida del alma encerrada en sus limitaciones, pero ahora está coronado por los girasoles, flores solares por excelencia, pero es de observar que dichas flores no miran al sol, sino al niño, que es su verdadera fuente de energía.
El niño, desnudo, coronado y victorioso, es uno solo y no dos como en el tarot de Marsella; un niño alegre que sale del jardín montado a caballo. Para Waite, el sol es la carta que representa la libertad suma y gozosa del ser humano; tras haber superado los terrores de la Torre y la Luna, el alma adquiere una pureza y sabiduría que le lleva a una alegría solo comparable a la de un niño, o como dice Rachel Pollack, incluso mayor, ya que un niño no ha vencido sus miedos como el alma en este estado lo ha hecho. Tanto la pluma que luce en la cabeza como el estandarte que enarbola victorioso son de color naranja, color de energía, ya que el alma iluminada posee toda la fuerza posible. El niño monta un dócil caballo blanco, cuya blancura es signo de pureza; el caballo representa el dominio que el espíritu ha alcanzado sobre su “naturaleza animal” como Waite la llama, sobre sus instintos y apetitos, purificados y dominados.
El niño que ha llegado al jardín del Edén iluminado por el Sol no detiene ahí su viaje; del Sol de la tierra, donde ha alcanzado su realización y su paz, continúa en busca de “la luz del mundo futuro” como dice Waite, es decir, una elevación espiritual aun mayor. El sol es símbolo de resurrección en muchas culturas, y aquí nos recuerda a que cumbres puede llegar el alma humana a través del sufrimiento y la purificación: Puede conocer una alegría e iluminación que nunca soñó que existiera.
Fuentes:Easy Tarot Guide, de Marcia Masino.ACS Publications.
78 Degrees of Wisdom:A book of Tarot,de Rachel Pollack. Editorial Aquarian Press.
The Pictorial Key to the Tarot, de Arthur Waite.(Disponible en www.sacred-texts.com)
El Simbolismo del Tarot, de PD Ouspensky. Editorial Océano
¡Hola Rozonda!, ¿Como estas?. Espero que muy bien y no muy agobiada por tantas tareas que debes tener, como en ocasiones nos lo comentas. Te saludo con mucho afecto en verdad, hace como tres meses descubrí tu blog y me encantó el detalle y la atención prestada a cada carta. Te diré que soy un chavo de 23 años, financiero y pues ahora experto en tarot, conocimiento que he refinado con tus amables descripciones. El tarot RIDER me fascina y he descubierto que es una herramienta muy poderosa y valiosa. Cada carta me parece una obra maestra cuando descubro hasta los más mínimos detalles de su simbolismo. En particular esta carta me encanta. Tanto, que tengo pensado ponerla en un cuadro en la sala de mi casa, digamos no tal cual, sino con unos colores muuuy vivos y brillantes, como de esos deslavados de las paredes sabes?. Te quiero decir que es de los mejores blog en tarot que he visitado y que espero continúes transmitiéndonos todo tu valioso conocimiento, que te aseguro es muy bien apreciado por nosotros tus lectores. Te mando un abrazo. Y de nuevo: ¡Me encanta EL SOL!. Saludos
ResponderEliminar¡Ah! se me olvidaba, que gran acierto el de poner combinaciones de cartas con su significado. Único de verdad. ¡También me encanta el diez de copas! Jejeje. Saludos desde México =P
ResponderEliminarHola Carlos, muchísimas gracias por tus amables palabras. En verdad el tarot Rider es bellísimo, para mí es el tarot más bello que existe y conozco muchos; bello no tanto en el sentido estético, que también, sino en cuanto a su riqueza simbólica. Y el Sol es una hermosísima carta, y haría un magnífico cuadro. te envío un abrazo y espero me sigas leyendo.
ResponderEliminarEn la cultura inca, como en la egipcia y muchas otras, el sol era considerado una deidad. Es una bella carta, sin duda.
ResponderEliminarSalu2, Yaotl.
Efectivamente, y no olvidemos que en muchas destas culturas era una deidad femenina, (la palabra Sol sigue siendo femenina en alemán, die Sonne)aludiendo a su fertilidad como generador de vida.
ResponderEliminarUn abrazo!