Nos hallamos frente a una de las cartas más profundamente espirituales del tarot,que vinculan completamente la vida terrenal con la espiritual.
En ella podemos observar a un ángel vestido de blanco pero cuyas alas son rojizas; este color terroso parece indicarnos que su espiritualidad está profundamente arraigada en lo terrenal. En la frente luce el signo que representa al sol, que indica su iluminación e inspiración, y su cabeza está rodeada de un aura sobrenatural; pero en el pecho luce el cuadrado que encierra un triángulo, símbolo teosófico del Septenario o los siete principios del hombre, que nos indica que esta figura es a la vez divina y humana. Casi imperceptible sobre el septenario, se ve el Tetragrámaton o nombre de Dios
(YHVH) escrito en letras hebreas, marca de la presencia de la Divinidad siempre por encima del ser humano.
En las manos sostiene dos copas, y va pasando agua de la copa en la mano izquierda a la copa en la derecha; esa agua, la esencia de la vida según Waite, parece pasar de una copa a otra de forma casi mágica, y representa como la verdadera sabiduría radica en pasar de un reino a otro, de lo material a lo espiritual, sin perder nada ni vacilar en el proceso. A quien no tiene este don, ciertamente, esta habilidad le puede parecer mágica. Algo parecido ocurre con los pies del ángel; uno está en la tierra y otro en el agua.,es decir, un pie en el consciente y otro en el inconsciente.
Partiendo de la verde orilla donde el ángel se halla vemos un sendero que concluye en dos montañas y entre ellas una luz que se asemeja a una corona; estas montañas son las dos columnas de cartas anteriores, las columnas de sabiduría que se convierten en montañas como símbolo de su aplicación a lo material. La luz transformada en corona indica el triunfo de aquel que cuida su espiritualidad sin olvidar lo material. El hecho de que esté al final de un camino insiste en el hecho de que el viaje hacia el yo es un camino de ida y vuelta y que interiorizar en uno mismo siempre tiene que acabar con un retorno al exterior.
La Templanza nos enseña a huir de los extremos, a no ser racionalistas puros ni ascéticos desconectados de lo real; como dice Waite,sólo templando nuestras dos naturalezas podremos conseguir un atisbo de quiénes somos y a donde vamos.
Fuentes: El arte del Tarot, Editorial Orbis.
78 Degrees of Wisdom:A book of Tarot,de Rachel Pollack. Editorial Aquarian Press.
The Pictorial Key to the Tarot, de Arthur Waite.(Disponible en www.sacred-texts.com)
Este blog nació para desmitificar el Tarot y hacerlo más accesible para todos. Analizamos cada carta con un lenguaje sencillo y comprensible.
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gRACIAS POR TUS CONOCIMIENTOS. sIGO CON INTERES CADA ENTREGA
ResponderEliminarMuchas gracias a ti,y sigue visitándome :)))
ResponderEliminarEste es uno de los pocos blogs que he encontrado donde se explican detalladamente los aspectos gráficos de las cartas. Baste ver lo de lasletras hebreas en esta carta. ¡Jamás me hubiese dado cuenta! porque parecen pliegues de la vestimenta.
ResponderEliminarGenial :)
Yaotl
Eso es porque la autora es una enamorada del arte y el aspecto pictórico del tarot. Si no, ella tampoco lo hubiera visto :D
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